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Perspectivas del sector inmobiliario

«Ser capaces de ceder sin perderlo todo»: invertir en el segmento inmobiliario en un entorno de incertidumbre económica

Generar ingresos duraderos a través de la disciplina, la creación activa de valor y el conocimiento local

Conclusiones clave

  • El panorama inmobiliario comercial en 2025 se caracteriza por la incertidumbre estructural que se deriva de las tensiones geopolíticas, la inflación persistente y la trayectoria impredecible de los tipos de interés.
  • Los enfoques tradicionales, basados en amplias asignaciones sectoriales y estrategias impulsadas por la dinámica se están mostrando insuficientes en el entorno actual.
  • En un entorno cada vez más incierto, creemos que los inversores deberían ser más selectivos, al tiempo que priorizan las inversiones que puedan ofrecer ingresos duraderos y buscar rentabilidad que muestren sendas planas o indicios de flaqueza. Consideramos que sectores como la infraestructura digital, las viviendas multifamiliares, el alojamiento para estudiantes, la logística y el comercio minorista basado en necesidades se revelan relativamente más resilientes en estos instantes.

Hasta no hace mucho, el sector inmobiliario comercial parecía preparado para un repunte que llevaba ya tiempo esperándose. Sin embargo, 2025 ha revelado una nueva realidad: la incertidumbre se ha vuelto estructural. Las tensiones comerciales, la inflación, los riesgos de recesión y la volatilidad en los tipos de interés han suscitado inquietud en los mercados, además de ralentizar la toma de decisiones. Las estrategias tradicionales (enfoques generales impulsados por la dinámica, estrechamiento de la tasa de capitalización y crecimiento de los alquileres) ya no proporcionan una base fiable. Ahora resulta más pertinente que nunca un proceso de inversión disciplinado que se fundamente en el conocimiento a escala local y la excelencia en materia operativa.

La reciente edición de Perspectivas a largo plazo de PIMCO, titulada «La era de la fragmentación», describe un mundo en constante cambio, en el que las cambiantes alianzas comerciales y de seguridad crean riesgos regionales de cariz dispar. Las tensiones geopolíticas y los aranceles prevalecen en Asia, especialmente en China, un país que está girando hacia una trayectoria de menor crecimiento por el aumento del endeudamiento y el deterioro del contexto demográfico. En EE. UU., los principales vientos en contra incluyen la inflación persistente, la incertidumbre política y la volatilidad política. El Viejo Continente lidia con el elevado coste de la energía y a los cambios regulatorios, aunque el repunte del gasto en defensa e infraestructura puede proporcionar un viento a favor.

Habida cuenta de la diversidad de riesgos en todos los sectores y regiones, los impulsores tradicionales de la rentabilidad se han vuelto menos fiables, especialmente en un entorno de apalancamiento negativo. En nuestra opinión, la resiliencia de los ingresos y la solidez de los rendimientos en efectivo requieren cada vez más una visión local y un equipo de gestión activa que atesore experiencia en renta variable, promoción inmobiliaria, estructuración de deuda y reestructuraciones complejas. Las inversiones deben aspirar a obtener rentabilidades en mercados que muestren sendas planas o indicios de flaqueza.

La deuda, una piedra angular de la plataforma inmobiliaria de PIMCO, sigue revistiendo bastante atractivo gracias a su valor relativo. Como se indica en el informe Real Estate Outlook del año pasado, «Desafíos y oportunidades en el mercado actual de bienes inmuebles comerciales», se prevé que cerca de 1,9 billones de dólares en préstamos estadounidenses y 315.000 millones de euros en préstamos europeos venzan a finales de 2026.

Pensamos que esta ola de vencimientos genera una serie de oportunidades de inversión en el segmento de deuda. Dichas oportunidades van desde préstamos sénior que mitigan las pérdidas hasta soluciones de capital híbridas como deuda júnior, financiamiento de rescate y préstamos puente. Estos están diseñados para patrocinadores que requieren tiempo adicional, así como para propietarios y prestamistas que abordan brechas de financiamiento.

Asimismo, identificamos oportunidades en las inversiones similares al crédito, como la financiación de terrenos, los contratos de arrendamiento triple neto y determinados activos «core plus» que presentan un flujo de caja y una resiliencia constantes. La renta variable queda reservado para oportunidades excepcionales en las que una gestión eficaz de los activos, unos ingresos estabilizados atractivos y unas tendencias seculares proporcionan claras ventajas competitivas.

Los inversores están cada vez más convencidos de que las viviendas para estudiantes, las viviendas asequibles y los centros de datos se perfilan como refugios seguros y brindan cualidades similares a las de la infraestructura, como flujos de caja estables y el potencial para resistir la volatilidad macroeconómica.

En este ciclo, creemos que el éxito dependerá de una ejecución disciplinada, agilidad estratégica y una vasta experiencia, no de la dinámica del mercado.

Estas conclusiones reflejan las conclusiones del tercer Global Real Estate Investment Forum, que se celebró en mayo en Newport Beach, California. Al igual que los Foros cíclicos y seculares de PIMCO, este evento reunió a profesionales de la inversión mundial y se evaluaron las perspectivas a corto y largo plazo del sector inmobiliario comercial (CRE, por sus siglas en inglés). A 31 de marzo de 2025, PIMCO gestionaba una de las mayores plataformas de bienes inmuebles comerciales del mundo, además de contar con más de 300 profesionales de la inversión que supervisaban cerca de 173.000 millones de dólares en activos en un amplio espectro de estrategias públicas y privadas de deuda y capital inmobiliario.

Visión macroeconómica: se acentúa la divergencia regional y surgen nichos de mercado

Las condiciones macroeconómicas divergentes están reconfigurando el terreno del sector inmobiliario comercial mundial. Los principales catalizadores (la política monetaria, el riesgo geopolítico y los cambios demográficos) ya no se mueven a la par. La estrategia debe revestir un carácter más regional, además de ser más selectiva y ajustarse mejor a los matices locales.

En Estados Unidos, el rumbo incierto de los tipos de interés ensombrece bastante el panorama. La actividad de refinanciación se ha desacelerado con creces, en especial en los sectores de oficinas y comercio minorista. Los volúmenes de transacciones siguen siendo moderados y las valoraciones se han deteriorado. Dado que se espera que el crecimiento económico siga revelándose átono, pocos prevén un repunte rápido. La deuda de 1,9 billones de dólares que vencerá a finales del próximo año representa una fuente de riesgo, aunque también constituye una oportunidad potencial para los compradores que cuentan con una buena capitalización.

Europa se enfrenta a diversos desafíos. El crecimiento ya era lento antes de la pandemia. Ahora, se está desacelerando aún más, al verse frenado por el envejecimiento de la población y la débil productividad. La inflación sigue mostrándose persistente, el crédito es escaso y la guerra en Ucrania sigue menoscabando la confianza. Aun así, hay focos de resiliencia; el aumento del gasto en defensa e infraestructura podría servir de impulso para algunos países.

En la región de Asia-Pacífico, el capital está fluyendo hacia mercados más estables, como Japón, Singapur y Australia, conocidos por su claridad jurídica y su previsibilidad en materia económica. China, sin embargo, sigue viéndose sometida a presión. Su sector inmobiliario sigue mostrando signos de fragilidad, los niveles de deuda son altos y la confianza de los consumidores es inestable. En toda la región, los inversores están agudizando su enfoque en la transparencia, la liquidez y los vientos en contra procedentes de la demografía.

También estamos detectando señales tempranas de una reasignación en las intenciones de inversión que podría beneficiar a Europa a expensas de Estados Unidos y la región de Asia-Pacífico. Esta rotación refleja una reducción más amplia de las estrategias intercontinentales hacia un despliegue de capital que pone más el foco en la región.

Si bien el panorama global muestra fragmentación, esta complejidad presenta posibles oportunidades para los inversores más exigentes.

Perspectivas sectoriales: análisis sobre supuestos

¿Cuáles son las repercusiones para el segmento inmobiliario comercial? En un entorno fragmentado e incierto, las generalizaciones sectoriales radicales ya no resultan útiles. Los ciclos inmobiliarios ya no están sincronizados, pues varían según la clase de activos, la región geográfica e incluso el submercado. La implicación es clara: los inversores deben adoptar un enfoque granular.

El éxito depende de un análisis pormenorizado de los activos, una gestión práctica y una comprensión profunda de la dinámica del mercado local. También conlleva reconocer dónde casan los giros en materia macroeconómica con los fundamentales inmobiliarios. A título de ejemplo, puede que el incremento del gasto en defensa en Europa estimule la demanda de logística, espacios de investigación y desarrollo, instalaciones de fabricación y vivienda, en especial en Alemania y Europa del Este.

En relación con los inversores, la clave estriba en un enfoque que ponga la mirada en activos, submercados y estrategias específicas que puedan generar ingresos duraderos y capear la volatilidad. En este ciclo, las oportunidades de alfa importarán más que las apuestas por la beta. A continuación, escudriñamos los sectores en los que esa precisión podría dar sus frutos.

Infraestructura digital: demanda fiable, disciplina creciente

La infraestructura digital se ha convertido en la columna vertebral de la economía moderna y en aspecto clave para el capital institucional. El repunte de la inteligencia artificial (IA), la computación en la nube y las aplicaciones que utilizan gran cantidad de datos han propiciado que los centros de datos hayan pasado de ser una clase de activos de nicho a ser una infraestructura estratégica. Ahora bien, esto plantea nuevos problemas: restricciones energéticas, obstáculos regulatorios y una creciente intensidad de capital (véase el gráfico 1).

Gráfico 1: incremento en el gasto en centros de datos

Gráfico 1: El gasto en centros de datos se ha disparado

Fuente: Bloomberg, Goldman Sachs, Amazon, Microsoft, Alphabet y PIMCO a 2 de mayo de 2025

Nota: Los ingresos que ha notificado Amazon reflejan el impacto de las fluctuaciones de divisas; sin embargo, la compañía no revela el impacto específico del tipo de cambio en los ingresos de Amazon Web Services, Inc. Los ingresos que ha comunicado Google también reflejan las variaciones en las divisas, pero la compañía no revela por separado el impacto del tipo de cambio en los ingresos de Google Cloud.

Esta información se ofrece solo con fines ilustrativos. No se garantiza que las tendencias que se han analizado persistan.

En los mercados de todo el mundo, el problema no es la demanda, sino dónde y cómo satisfacerla. En los centros consolidados, como el norte de Virginia y Fráncfort, los hiperescaladores como Amazon y Microsoft están asegurando la capacidad con años de antelación, en especial para las instalaciones adaptadas a la inferencia de la IA y las cargas de trabajo en la nube. Estos activos pueden brindar resiliencia y capacidad de fijación de precios. Ahora bien, las instalaciones que se centran en el entrenamiento de IA más intensivo desde el punto de vista computacional —a menudo en regiones que exhiben menores costes y gran capacidad energética—, presentan riesgos que guardan relación con la confiabilidad de la red, la escalabilidad y la rentabilidad a largo plazo.

A medida que los mercados principales se ven tensionados por la presión de la demanda, el capital se está moviendo hacia otros sitios. En Europa, la escasez de energía y los retrasos en los permisos, junto con los requisitos de baja latencia y soberanía digital, están obligando a pasar de los centros tradicionales a ciudades emergentes de nivel 2 y 3 como Madrid, Milán y Berlín. Estos centros brindan potencial de crecimiento, si bien las brechas en materia de infraestructura, los diferentes marcos regulatorios y el riesgo de ejecución requieren un enfoque más práctico que se adapte al contexto local.

En la región de Asia-Pacífico, se hace hincapié en la estabilidad y la escalabilidad. Mercados como Japón, Singapur y Malasia siguen atrayendo capital, al verse respaldados por sus sólidos marcos legales y su profundidad institucional. En este sentido, los inversores están dando prioridad a los activos que pueden asumir cargas de trabajo híbridas y cumplir con la evolución de las prácticas medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), incluso a medida que se incrementan los costes y se endurece la supervisión de las políticas.

Conforme la infraestructura digital se vuelve fundamental para el rendimiento económico, el éxito dependerá no solo de la capacidad, sino también de capear la complejidad regulatoria y operativa, gestionar las limitaciones de tierra y energía, y crear sistemas que sean resistentes, escalables y optimizados para un futuro distribuido, basado en datos y eficiente desde el punto de vista energético.

Sector residencial: demanda duradera, riesgos divergentes

El sector residencial sigue ofreciendo potencial de ingresos y demanda estructural. Los vientos a favor en materia demográfica, como la urbanización, el envejecimiento de la población y la evolución de las estructuras de los hogares, siguen apuntalando la demanda a largo plazo. No obstante, el panorama de inversión está fragmentado. Los marcos regulatorios, las presiones sobre la asequibilidad y las intervenciones políticas varían de manera notable, lo que obliga a los inversores a proceder con cautela.

La demanda de viviendas de alquiler sigue mostrando signos de solidez en los mercados mundiales, al verse apuntalada por los altos precios de las viviendas, los elevados tipos hipotecarios y la evolución de las preferencias de los inquilinos. Estas dinámicas están extendiendo los ciclos de vida de los inquilinos, además de despertar el interés en las viviendas multifamiliares, viviendas que se han construido con fines de alquiler (BTR, por sus siglas en inglés) y viviendas asequibles para trabajadores esenciales o de ingresos medios (workforce housing)

Japón despunta por su combinación de migración urbana, vivienda de alquiler asequible y profundidad institucional, lo que ofrece un mercado estable y líquido para la inversión residencial a largo plazo (véase el gráfico 2).

Gráfico 2: el capital sigue la estela del desplazamiento de la población de Japón hacia núcleos urbanos

Gráfico 2: El capital sigue la migración de la población de Japón hacia núcleos urbanos

Fuente: Urban Land Institute, MSCI Inc., RCA y Savills a mayo de 2025. Esta información se ofrece solo con fines ilustrativos. No se garantiza que las tendencias que se han analizado persistan.

Sin embargo, los mercados no son monolíticos. En algunos países, las plataformas institucionales están experimentando un rápido crecimiento. En otros, las preocupaciones sobre la asequibilidad han desencadenado problemas regulatorios. Entre estos cabe incluir unas regulaciones de alquiler más estrictas, restricciones de zonificación y un creciente escrutinio político de los propietarios institucionales, en particular en aquellos ámbitos en donde el acceso a la vivienda se ha convertido en una cuestión de relevancia en el discurso público.

Las viviendas para estudiantes se han convertido en un nicho atractivo, que se ve respaldado por el crecimiento de las matriculaciones y la oferta limitada. El alojamiento diseñado específicamente para estudiantes puede beneficiarse de una demanda predecible y una creciente base de estudiantes internacionales móviles. El déficit estructural de oferta, la demografía favorable y el atractivo duradero de la educación superior, especialmente en países de habla inglesa, siguen respaldando esta clase de activos.

Aun así, las dinámicas regionales importan. En EE. UU., la demanda sigue siendo fuerte cerca de universidades de primer nivel, aunque suscita preocupación que las políticas de visado más estrictas y un clima político menos acogedor puedan frenar la llegada de estudiantes internacionales. En cambio, países como el Reino Unido, España, Australia y Japón están experimentando un aumento de la demanda, respaldado por regímenes de visado más favorables y unas redes universitarias en expansión.

En el sector residencial, los inversores deben conjugar convicción global con fluidez local. La escalabilidad operativa, el rumbo de la normativa y el conocimiento demográfico revisten cada vez más importancia, ya que cobran vital relevancia a la hora de asegurar el valor sostenible en un sector que es esencial, en evolución y complejo.

Logística: sigue en movimiento

Los bienes inmuebles industriales, que comprenden almacenes, centros de distribución y centros logísticos, se han convertido en un eje de la economía moderna. El sector, que antes era un remanso utilitario, ahora se encuentra en el nexo que une el comercio mundial, el consumo digital y la estrategia de la cadena de suministro. Su atractivo refleja el auge del comercio electrónico, la reconfiguración de las cadenas de suministro por medio de la deslocalización en territorio no lejano («nearshoring»), y la incesante demanda de entregas más rápidas. Aunque el rápido crecimiento de los alquileres de los últimos años se está desacelerando, los propietarios con contratos de arrendamiento que se renuevan siguen hallándose en una robusta posición. El capital institucional sigue fluyendo, en especial hacia segmentos de nicho como la logística urbana y el almacenamiento en frío.

Sin embargo, las perspectivas del sector se ven cada vez más determinadas por las regiones geográficas y el perfil de los inquilinos. En todas las regiones, algunos temas resultan recurrentes. En primer lugar, las rutas comerciales siguen evolucionando. En Estados Unidos, por poner un ejemplo, los puertos de la costa este y los centros del interior están cosechando los beneficios de la relocalización y el cambio de rutas marítimas. Esto refleja un patrón global más amplio: los activos que se sitúan cerca de corredores logísticos clave, ya sean puertos, estaciones de ferrocarril o centros urbanos, exhiben un valor superior. Sin embargo, aun en estas ubicaciones que gozan del favor del mercado, la dinámica del arrendamiento se ha moderado, al haber inquilinos cada vez más cautelosos, demorarse las decisiones y darse una nueva oferta que amenaza con superar la demanda en algunos corredores.

En segundo lugar, la demanda urbana está remodelando la logística. En Europa y Asia, los inquilinos están priorizando la proximidad a los consumidores y la sostenibilidad, lo que alimenta el interés por las instalaciones urbanas de relleno (infill facilities) y con certificación ecológica. Sin embargo, los obstáculos regulatorios, la demanda desigual y el incremento en los costes de construcción están poniendo a prueba la paciencia de los inversores. Si bien Japón y Australia continúan experimentando una absorción saludable, el exceso de oferta en ciudades como Tokio y Seúl ha moderado el crecimiento de los alquileres, incluso cuando los fundamentos a largo plazo permanecen intactos.

Por último, el capital se revela cada vez más exigente. Los activos principales en ubicaciones de primera línea siguen atrayendo un fuerte interés, mientras que los activos secundarios se enfrentan a un escrutinio cada vez mayor. La incertidumbre de la política comercial, la inflación y el riesgo crediticio de los inquilinos están agudizando el enfoque en la calidad, tanto de la ubicación como del arrendamiento. Los fundamentales industriales siguen siendo sólidos, pero a medida que el sector llega a su madurez, también lo hace el cálculo de la inversión, que presenta más madurez y se circunscribe más a una región en concreto.

Comercio minorista: fuerza selectiva en un panorama que se ha reconfigurado

El sector inmobiliario minorista se ha adentrado en una fase de resiliencia selectiva, definida por la necesidad, la ubicación y la adaptabilidad. El sector, que alguna vez se perfiló como el eslabón débil del segmento inmobiliario comercial, ha encontrado una base más firme, impulsado por el atractivo duradero de los formatos que ponen el foco en los servicios esenciales. Los centros con tiendas de alimentación, los parques comerciales y los sitios de las calles principales en las ciudades de entrada ahora anclan el sector, lo que proporciona una posible durabilidad de los ingresos y mitigación de la inflación. En un entorno de elevados tipos de interés y de cautela por parte de quienes tienen el capital, estos activos son apreciados por su confiabilidad, no por su glamour.

El entorno presenta una clara polarización. Por un lado, tenemos los activos principales con tráfico peatonal estable, contratos de arrendamiento a largo plazo y una nueva oferta limitada, cualidades que siguen atrayendo capital y ofrecen margen para la creación de valor a través del reposicionamiento de los inquilinos o la reurbanización de uso mixto. Por otro lado, están los activos secundarios lastrados por la obsolescencia estructural, la rotación de inquilinos y la disminución de la relevancia.

Esta divergencia se manifiesta entre las regiones. En EE. UU., los centros que albergan tiendas de alimentación y los parques comerciales siguen mostrando resiliencia, respaldados por una demanda constante de los consumidores y estructuras de arrendamiento defensivas. Los centros comerciales que albergan grandes almacenes y los formatos suburbanos más débiles, por el contrario, siguen haciendo frente a un declive secular. Ahora bien, están surgiendo signos de reinvención a medida que las marcas de lujo recuperan ubicaciones emblemáticas en mercados urbanos selectos.

Europa también está asistiendo a una huida hacia la calidad. Los centros minoristas que albergan tiendas de alimentación y otros negocios esenciales están mostrando un comportamiento superior, mientras que los formatos discrecionales siguen bajo presión. La región ha adoptado más plenamente el comercio minorista omnicanal, y algunos propietarios han convertido el espacio infrautilizado en centros logísticos de última milla.

En Asia, el turismo ha reactivado el comercio minorista en las calles principales de Japón y Corea del Sur, si bien los centros comerciales suburbanos han arrojado una rentabilidad más mediocre por la inflación y el frágil gasto discrecional. Las tensiones comerciales añaden complejidad a la situación.

Oficinas: un sector que sigue buscando piso

El sector de oficinas sigue experimentando un reajuste lento y desigual. Los elevados tipos de interés y el endurecimiento del crédito han agravado los desafíos que afronta el espacio infrautilizado y la evolución de las normas en el lugar de trabajo. Aunque el arrendamiento y la utilización muestran signos tempranos de estabilización, la recuperación sigue siendo fragmentada. La división entre activos primarios y secundarios se ha endurecido hasta convertirse en un óbice de índole estructural.

Los edificios de clase A en los distritos comerciales centrales continúan atrayendo inquilinos, al verse espoleados por los mandatos de regreso a la oficina, la competencia de talentos y las prioridades en materia ESG. Estos activos ofrecen flexibilidad, eficiencia y prestigio. Los edificios más antiguos y menos adaptables corren el riesgo de quedar obsoletos a menos que se reposicionen con una inversión de capital significativa.

Esta polarización reviste un carácter global. En Estados Unidos, el arrendamiento ha repuntado en ciudades costeras como Nueva York y Boston, mientras que el exceso de oferta empeora el panorama en el Cinturón del Sol. El muro que se avecina de deuda en fase de vencimiento amenaza a los activos más débiles, y el capital de refinanciación sigue siendo cauteloso. Las perspectivas son las siguientes: absorción lenta, reajuste selectivo de precios y continuas dificultades en las posiciones no esenciales.

En Europa, la escasez de espacio de clase A está emergiendo en ciudades como Londres, París y Ámsterdam. Ahora bien, las nuevas promociones se están viendo restringidas por la regulación, los costes de construcción y el aumento de la normativa en materia ESG. Los inversores han pasado de las estrategias generales a la suscripción de activos específicos.

La región de Asia-Pacífico revela una relativa resiliencia. El capital sigue fluyendo hacia Japón, Singapur y Australia, jurisdicciones apreciadas por su transparencia y estabilidad. El regreso a la oficina está ganando enteros, al verse respaldado por las normas culturales y la competencia por el talento. La demanda sigue concentrándose en activos de gran calidad.

Aun así, el sector se enfrenta a un exceso estructural persistente. Las carteras institucionales siguen estando fuertemente asignadas a los cargos, una herencia de ciclos anteriores. Esta exposición tradicional puede limitar la recuperación de los precios, incluso en el caso de los activos de primer nivel. A medida que se redefine la idea misma de «la oficina», el éxito depende menos de las macrotendencias y más de la ejecución.

Sortear la próxima fase del sector inmobiliario

A medida que el sector inmobiliario comercial se adentra en un ciclo más complejo y selectivo, el foco de atención está rotando desde una amplia exposición al mercado hacia una ejecución específica tanto en capital como en deuda. La divergencia macroeconómica, el reajuste sectorial y la disciplina en términos de capital están reconfigurando la forma en que los inversores evalúan las oportunidades y gestionan el riesgo.

En este entorno, creemos que el éxito depende de la integración del conocimiento local la perspectiva global, así como de la distinción de las tendencias estructurales respecto del ruido cíclico y de una ejecución coherente. El reto no radica simplemente en participar en el mercado, sino en sortear el entorno con claridad y propósito.

Si bien el camino podría revelarse algo más difícil, sigue resultando accesible para aquellos que sepan adaptarse con agilidad. Los inversores que armonizan la estrategia con la demanda duradera y sortean la complejidad con disciplina aún pueden encontrar oportunidades para cosechar una rentabilidad a largo plazo basada en la reflexión.

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1 Mortgage Bankers Association a marzo de 2025

2 El término «refugio seguro» se refiere a una inversión con capacidad, real o percibida, de conservar o incrementar su valor en momentos de volatilidad en los mercados. Los inversores buscan refugios seguros con el propósito de limitar su exposición a pérdidas en el caso de que se produzcan turbulencias en el mercado. Todas las inversiones conllevan un riesgo y pueden perder valor.

3 PIMCO Prime Real Estate es una empresa de PIMCO. PIMCO Prime Real Estate LLC es una filial y entidad subsidiaria participada íntegramente de PIMCO LLC, y PIMCO Prime Real Estate GmbH y sus filiales son propiedad exclusiva de PIMCO Europe GmbH. PIMCO Prime Real Estate GmbH opera de forma independiente con respecto a PIMCO. PIMCO Prime Real Estate es una marca comercial de PIMCO LLC y PIMCO es una marca comercial propiedad de Allianz Asset Management of America LLC en Estados Unidos y el resto del mundo.

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