Perspectivas sobre la asignación de activos: Oportunidades de la transformación
De cara a 2022, nuestra hipótesis básica es la de un crecimiento mundial positivo y una inflación elevada a corto plazo. Aunque suponemos que la inflación se moderará durante el año, esta previsión está sujeta a riesgos al alza.
Creemos que los activos de crecimiento, como la renta variable y el crédito, tenderán a ofrecer una rentabilidad positiva a lo largo del año. Sin embargo, esperamos una mayor dispersión del rendimiento entre sectores y regiones, que es una característica común de los períodos de mitad de ciclo.
De hecho, en nuestras Perspectivas sobre la asignación de activos: “Oportunidades de la transformación”, analizamos algunos cambios fundamentales que están ocurriendo en el “nivel de base” de la economía y que, a nuestro parecer, incidirán en el crecimiento del volumen de negocios y la inflación, lo cual a su vez creará distintas oportunidades de inversión en varios sectores y regiones. En concreto, analizamos las tendencias disruptivas y potencialmente transformadoras de la mano de obra, la tecnología, el transporte y la energía.
Implicaciones de inversión
Con valoraciones más completas, los activos de riesgo son más vulnerables a las conmociones exógenas y a los errores de política. En nuestra opinión, el riesgo de errores de política ha aumentado a medida que se retiran los estímulos monetario y fiscal y las autoridades intentan arreglárselas para dejar el crecimiento en manos del sector privado. Esto crea el riesgo de resultados más extremos (resultados positivos y negativos más divergentes), que pone de relieve la importancia de la selección dentro de las clases de activos y entre ellas.
Perspectivas sobre la renta variable
En términos generales, mantenemos una actitud constructiva con respecto al riesgo de mercado de renta variable. Prevemos una diferenciación sustancial entre regiones y sectores, lo que justifica un enfoque más selectivo y dinámico.
En los mercados desarrollados, mantenemos una sobreponderación en renta variable estadounidense y la posicionamos en sectores de crecimiento cíclico. También tenemos exposición en renta variable japonesa, que tiende a ofrecer un margen de seguridad en términos de valoración y un beta basado en el crecimiento cíclico. Consideramos que la renta variable europea presenta más dificultades debido a la suma de una composición sectorial desfavorable, vientos en contra de los precios de la energía y una creciente inquietud en torno a las perspectivas de la COVID-19.
En los mercados emergentes, seguimos viendo con optimismo determinadas exposiciones en Asia. Asimismo, nos mantenemos al tanto de la evolución de la normativa en China y de las tensiones geopolíticas en la región. Continuamos sobreponderados en los mercados emergentes de Asia, haciendo hincapié en la tecnología y los equipos informáticos que serán fundamentales para el crecimiento regional y mundial.
En cuanto a los sectores, seguimos prefiriendo aquellos que presentan tendencias de crecimiento secular, como las de digitalización y sostenibilidad. En particular, estimamos que los fabricantes de semiconductores y los proveedores de equipos de automatización industrial y de soluciones de energía y movilidad ecológicas aprovecharán estas tendencias. Como complemento, tenemos exposiciones a empresas susceptibles de beneficiarse de un entorno de mayor inflación, que desde nuestro punto de vista están protegidas por importantes barreras de entrada y disponen de un gran poder de fijación de precios que les permitirá ajustar sus precios a la inflación —como las empresas de transporte marítimo internacionales—.
Tasas de interés, crédito y divisas
Suponemos que los rendimientos de la deuda pública tenderán al alza a lo largo del ciclo conforme los bancos centrales aumenten las tasas de interés; pero en el contexto de un portafolio multiactivos, creemos que la duración puede ser un factor de diversificación. Es por ello que mantenemos cierta exposición en duración. Por otro lado, mantenemos una modesta posición sobreponderada en títulos del Tesoro estadounidense protegidos contra la inflación (TIPS) en nuestros portafolios multiactivos. Aunque los puntos muertos de inflación han aumentado significativamente, a nuestro juicio, dichos títulos todavía no tienen en cuenta una prima de riesgo de inflación adecuada.
Nos parece que el crédito corporativo está plenamente valorizado. Por lo tanto, vemos pocas probabilidades de contracción de los márgenes fuera de las oportunidades únicas identificadas por nuestros analistas de crédito. Por otra parte, los créditos titulizados siguen ofreciendo un valor atractivo, especialmente en las hipotecas estadounidenses no emitidas por agencias, en las que la solidez de los balances de los consumidores y el mercado de la vivienda respaldan la mejora de la calidad crediticia con unos diferenciales que consideramos baratos en relación con los de los bonos corporativos.
Por último, en lo que respecta a las divisas, el dólar estadounidense sigue siendo atractivo según nuestros modelos de valoración, especialmente frente a las monedas de los mercados emergentes (ME), pero no debemos suponer que el dólar se va a debilitar en un entorno en el que las economías y los bancos centrales de estos mercados sigan enfrentando dificultades.
Para conocer en detalle nuestros puntos de vista acerca de las clases de activos, lea nuestras Perspectivas sobre la asignación de activos: “Oportunidades de la transformación”.
Erin Browne es Managing Director y gestora de portafolio en la oficina de Newport Beach, enfocada en las estrategias de asignación de activos múltiples. Geraldine Sundstrom es Managing Director y gestora de portafolio en la oficina de Londres, enfocada en las estrategias de asignación de activos.